
Para el año de 1640 se encuentra el Franciscano Fray Miguel de Castro Rivadeneira catequizando indígenas en la zona y cinco años después se conoce el primer sacerdote marinillo, Diego Rodríguez
de Morgano, quien realiza ceremonias litúrgicas en una Ermita edificada en bahareque en un lugar
cercano a la quebrada Cimarronas en el sector conocido hoy como Belén.
Desde el año 1661 empieza a consolidarse la organización del poblado y aparece el primer alcalde,
Antonio Cardona Rivadeneira. En la misma época existía en dicho valle una pequeña iglesia pajiza
que fue reedificada por Fray Miguel de Castro con el fin de confortar a la comunidad cristiana asentada
en aquel tiempo. Este monje franciscano reunió a los pobladores del valle de la Marinilla y del sector
de El Peñol, y decidió edificar en la primera zona una capilla para los españoles y en la segunda una
para los indios.

Comprendió territorialmente
el denominado Cantón de Marinilla que se extendía desde el río Rionegro hasta el río Magdalena, a
lindes con Mariquita, lo que hoy conforma el territorio de 12 municipios.
En las décadas siguientes a su fundación, en 1664, Marinilla paso casi desapercibida, en un
ambiente absolutamente apacible hasta para el siglo XVIII cuando se despertó el espíritu
emancipador. Sin embargo, en ese ambiente de absoluta paz, recibió el título de Villa otorgado por el
Rey Carlos III en 1787, y el Escudo de Armas que le concedió el Rey Carlos IV de España en 1794.
El Arzobispo de Popayán creó, en 1752, la parroquia bajo la advocación de San José
En la gesta emancipadora Marinilla se hizo célebre por su aporte en hombres al ideal patriota,
animado por el gran adalid de la causa y segundo libertador de Antioquia Presbítero y Doctor Jorge
Ramón de Posada y Mauriz. Fueron innumerables los marinillos que estuvieron en los distintos
campos de batalla como el sitio de Cartagena, la campaña del Sur, El Palo, Calibío, Tacínes, El
Pantano de Vargas, Boyacá, Chorros blancos, y otros más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario